Bajo el lema “Misericordiosos como el Padre”, el Papa anima a todos los cristianos a ser misericordiosos los unos con los otros porque «la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia».
Animémonos a este gran llamado que nos da la iglesia para pensar en el bien que le puedo hacer al otro, cuando me pongo en su lugar.
Como familia Carmelitana nos acogemos a practicar la misericordia en nuestra Institución y en cada uno de nuestros hogares.